A continuación queremos otorgar algunos tips para aquellos que estén en aquella ardua etapa de transición laboral, buscando nuevos desafíos profesionales. Es siempre necesario desarrollar una estrategia tomando en cuenta los siguientes puntos.

1. Identifica un nicho.

Aunque suene incongruente ante el problema de desempleo que existe, y donde la tendencia podría ser escoger lo primero que se presente, como candidato debes tratar de ubicar qué quieres, en qué área te interesa desarrollarte, cuáles empresas o proyectos pueden responder a ese perfil y cuáles serán tus estrategias para vender aquello donde sobresales. Escríbelo, empieza ese plan sin esperar a que el futuro trabajo dé herramientas para planificar cómo te moverás y cómo llegar a nuevas áreas.

2. Haz tu tarea.

Para saber qué tipo de cualidades vender y argumentos dar en una entrevista, toma tu tiempo para conocer las empresas a las que aplicas. A un reclutador le desconcierta que si aseguras tener interés en cierto trabajo, se carezca de información sobre el desempeño de la compañía. Ubica sus productos, servicios, misión, visión, valores, ventas, competidores. También ayuda leer algunas noticias publicadas recientemente.

3. Cuida el currículo.

Dedica tiempo a su diseño para evitar errores de redacción y dañar tu imagen profesional. Incluye sólo información de interés para el reclutador; enfócalo a la vacante que interesa; organiza los datos de manera lógica; prioriza la síntesis; revísalo, o pide a alguien más que lo haga antes de enviarse, para detectar errores. Actualízalo según nuevos conocimientos y puestos.

Recuerda la siguiente cifra:

Por cada vacante emitida se reciben alrededor de 200 postulaciones, en promedio, y sólo se dedicarán 10 segundos a leer los currículos.

4. Ubica y descarta opciones.

El hecho de aplicar a cualquier vacante puede tener consecuencias negativas. Es una pérdida de tiempo ‘perseguir’ el reclutador por un puesto que requiere de un perfil totalmente diferente al tuyo. El empleador no suele ‘apiadarse’ del candidato cuando su necesidad de contratación es estricta.

5. Cuidado con las ofertas falsas.

Anualmente se cometen 431 millones de delitos informáticos y las bolsas de trabajo no están libres de riesgo.

Hay muchas personas que lucran con la desesperación de la persona por encontrar empleo y piden depósitos a cambio de participar para una vacante. Analiza el sitio, fíjate en sus términos y condiciones.

6. Cuida tu imagen virtual.

Esta situación aplica mientras buscas empleo y cuando lo obtengas. La forma de conducirse en la vida real y en la virtual (a través del uso de perfiles en redes sociales) dice mucho del prospecto y los reclutadores, cada vez más, se fijan en este aspecto. Hay quienes revisan los perfiles electrónicos para constatar la seriedad del candidato.

Una consultora como KPMG realiza alrededor del 20% de sus contrataciones, en promedio, a través de plataformas como Facebook, Twitter y Linkedin, de acuerdo con datos de la firma.

Aprovecha los días de búsqueda laboral para renovar tu imagen virtual, por ejemplo, presencia en redes sociales profesionales donde otros sepan en qué has laborado, cuáles son tus proyectos, y a través de tus contribuciones a los sitios te identifiquen como experto en ciertas áreas.

7. Nada de improvisar.

Llegar a tiempo y estar preparado para enfrentar las preguntas difíciles en una entrevista, es crucial para causar una buena impresión. La única manera de salir airoso en este proceso es preparándose. Ensaya lo que responderías ante cuestionamientos delicados como: “¿por qué dejaste tu último empleo?, ¿por qué ha pasado tiempo desde el último trabajo?, ¿tienes familia, niños pequeños, cómo te organizas?, ¿cuánto quieres ganar?, ¿cuál ha sido tu peor error profesional?

8. Cuidado con las mentiras piadosas.

Si llegas a mentir, lo más seguro es que el reclutador lo note y eso perjudica tu candidatura. Y si la empresa se entera después de tu desliz, puede rescindirte legalmente la relación laboral sin responsabilidad alguna. Ten especial cuidado con la idea de ‘embellecer’ el currículo, sobre todo con experiencia y responsabilidades que nunca has tenido. Esas debilidades salen a relucir en algún momento. Si carecen de un entrenamiento o destreza para el puesto, no te enredes en explicar la debilidad, céntrate en lo que sí puedes aportar y en cómo podrías incorporar el conocimiento faltante.

9. Evita “perseguir”.

Una vez que tengas la entrevista, si el reclutador dice que te llamará hay que esperar a que te contacten, más no iniciar una campaña de persecución diaria para tener noticias. Si es posible, averigua a través de otros contactos cómo va el proceso de reclutamiento; si tras un par de semanas no recibes llamada, busca a la persona, de formal cordial y breve, no en plan de exigencia.

10. Capacitación: ¡Indispensable!

Las empresas necesitan invertir en preparar a su talento si quieren retenerlo. Esto es verdad, pero también lo es que debes poner de tu parte para seguir desarrollándote profesionalmente, aunque ya tengas trabajo. Si por el momento no tienes recursos, averigua si puedes considerar una opción de capacitación.

Estos son puntos de partida en tu búsqueda laboral, comparte con nosotros ¿cómo te preparas para aplicar a un trabajo?, y ¿en qué área quisieras mejorar para enfrentar, con mayor seguridad, los encuentros laborales?

Al respecto te recomendamos participar de nuestro Coaching Laboral EmpowerMe, con ofertas de inscripción imperdibles. Para más información ingresa aquí.

Pamela Dagach Grez

Psicóloga, Empodera Consulting Group